Granada contra la reforma laboral
Se ha convocado una manifestación en Granada para reivindicar la derogación de las dos reformas laborales que se fueron aprobando hace ya una década, como se prometió, y que finalmente ha quedado como una nueva reforma que no soluciona el cuerpo principal de lo que supuso las anteriores. Varios sindicatos y colectivos, entre ellos la CNT-AIT de Granada, hemos decidido organizar una manifestación que intente mostrar la insatisfacción sobre en lo que estamos de acuerdo much@s: la derogación no se ha cumplido y no se va a mejorar las condiciones de la clase trabajadora en España en un futuro tangible.
Por ello, se ha decidido dar un primer paso en lo que esperamos que sean muchos más para reivindicar soluciones eficaces y se atienda a la realidad de l@s trabajador@s, que fluye entre la fuerza de la ley que favorece a la patronal, y la fuerza de facto que impone la misma fuera de la ley.
La manifestación comenzará este jueves 20 de Enero a las 19 horas en la Plaza del Carmen.
Adjuntamos el comunicado de la organización del acto:
GRANADA CONTRA LA REFORMA LABORAL
Tanto el PSOE como Unidas Podemos habían acordado públicamente la derogación de la Reforma laboral, llevándolo incluso en sus programas electorales. Pese a que las condiciones laborales de la clase trabajadora se iban degradando cada vez más, ni uno ni otro partido se daban ninguna prisa en acometer tal promesa y cuando se han finalmente atrevido, vemos cuán alejado está el resultado de lo que se puede entender por una derogación. Es evidente que, en este sentido, ambos partidos han engañado a su electorado, a la opinión pública y, especialmente, a la clase trabajadora.
Los elogios con que la CEOE y la misma fundación FAES han acogido esta tímida reforma dan la medida de su significado, muy alejado de los presupuestos iniciales, así como de su corto alcance. Los autoelogios con que los sindicatos del régimen, cómplices necesarios de esta traición, han celebrado el proceso de negociación y sus magros resultados, considerándolos además como los únicos posibles, muestran la indigencia representativa de la clase trabajadora en las grandes negociaciones y el claro entreguismo de los llamados sindicatos mayoritarios. Y todo esto, en una situación política favorable para acometer reformas de calado en este y en otros frentes. Lejos de demostrar su fuerza, la izquierda ha demostrado su debilidad y su domesticación.
Las dos reformas laborales anteriores, la de 2010 de Zapatero y la de 2012 de Rajoy, recortaron muchos derechos laborales y contribuyeron claramente a la pauperización de la clase trabajadora. Los despidos se facilitaron ampliando las causas que los justificaban y se abarataron notablemente sus indemnizaciones, impidiendo la estabilidad y seguridad laboral de los y las trabajadoras y amenazando toda forma de disidencia y protesta. La precarización se convirtió en el estado natural de muchos sectores sociales abocados a una continua lucha por la supervivencia. Ahora se nos dice que la nueva reforma va a reducir la temporalidad limitando los tipos de contrato -intentando adecuarse de modo algo más verosímil a la directiva europea de 1999 sobre trabajo de duración determinada-, pero sin limitar las causas del despido ni aumentar las indemnizaciones parece poco factible asegurar una mejora real de las condiciones laborales ni reducir y/o eliminar la precariedad laboral. El despido por causas objetivas sigue quedando en manos de la empresa, pudiendo ejercerlo por razones de producción, económicas o de organización, tal y como lo instauró la reforma de Rajoy. Los salarios de tramitación y las prestaciones del FOGASA han quedado nuevamente relegados. Cuando el despido es arbitrario y queda en manos exclusivas de la patronal, poco se ha avanzado realmente.
No es ni siquiera evidente que esta reforma vaya a acabar con la temporalidad ni con los fraudes contractuales a su amparo. La eliminación del contrato por obra y servicio no va a impedir que se realicen contratos temporales por incremento de la producción o que se siga abusando de los contratos de formación. La reforma no amplía la capacidad ni recursos de la inspección de trabajo y en cambio sí fortalece la función de las ETTs.
La flexibilidad interna, posibilidad de alterar unilateralmente las condiciones y jornada de trabajo y propiciando incluso la movilidad laboral, queda indemne. En cuanto a los convenios, si bien se recupera la ultractividad, el convenio de empresa sigue siendo preferente al sectorial, salvo en la cuestión salarial, incluyendo el caso de las subcontratas. En cuanto a la prioridad del convenio estatal sectorial, es preciso recordar que quedaría en manos de los mismos sindicatos que han pactado a la baja esta reforma. Reivindicamos, al contrario, un marco andaluz de relaciones laborales.
Es importante recordar que la propuesta de Reforma Laboral se ajusta a las exigencias de Bruselas y sus chantajes para poder acceder a los Fondos Europeos. Tal y como denunciamos en su día, los Fondos Económicos de la Comisión Europea no son unos fondos para que la clase trabajadora y las clases populares puedan afrontar con dignidad las consecuencias de la crisis generada por el Covid. Estos fondos no son más que unas ayudas económicas a las grandes corporaciones, para que puedan hacer frente a los cambios estructurales que necesitan abordar y además, tal y como lo demuestra esta Reforma Laboral, estaban subordinados a la aplicación por parte de los gobiernos de unas políticas económicas en beneficio de las élites.
Por todo esto, los Sindicatos CNT, CGT, SINDICATO DE ELEVACIÓN, USTEA y SAT e Unión Kellys Granada, mostramos nuestro más absoluto rechazo al montaje mediático de los Sindicatos del Régimen -denominados a sí mismos como interlocutores sociales- patronal y Gobierno progresista en torno a la no derogación de la Reformas Laborales de 2010 y 2012, pese a que se pretenda hacer creer lo contrario a la ciudadanía usando todo tipo de mensajes, contradictorios muchos de ellos, que alaban el acuerdo que fue publicado en el BOE el pasado 30 de diciembre.
Para comenzar nuestra campaña y la lucha decidida CONTRA LAS REFORMAS LABORALES nos manifestamos en Granada el jueves 20 de enero, desde la Plaza del Carmen a las 19’ 00 horas.
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