COMUNICADO DE LA SECCIÓN DE ENSEÑANZA DE CNT-AIT GRANADA RESPECTO AL ENCIERRO EN LA FACULTAD DE CIENCIAS

Desde la Sección de Enseñanza de la CNT-AIT de Granada queremos manifestar nuestro apoyo a l@s estudiantes encerrad@s en la Biblioteca de la Facultad de Ciencias. Años y años de lucha, de salir a la calle en manifestación, solo ha supuesto ignorancia y pasividad de la Universidad de Granada, de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Educación. Una acción de este tipo ha roto sus esquemas a lo previsto, y por ello se muestran ahora nervios@s y preocupad@s. Hace años ya hubo un encierro semejante en la Facultad de Ciencias del Trabajo, y fue el únco año que se consiguió realmente algunas -pequeñas- ventajas para los colectivos afectados por el proceso de privatización y encarecimiento de la Universidad.

La Universidad y la Delegación de Estudiantes mienten cuando dicen que estas reivindicaciones se podían haber planteado desde sus cauces orgánicos, institucionales y legales. Eso es falso y ahí tenemos años y años de manifestaciones de la enseñanza en Granada con todo tipo de peticiones ignoradas, tanto las planteadas sobre la mesa como las que sonaban en las vías. El supuesto logro que se atribuye la Delegación -la gratuidad del examen B1- es un logro ridículo y ya por entonces querido por la propia Universidad, para integrar el B1 cuando este examen estaba puesto en duda sobre su utilidad real en numerosas disciplinas académicas. El B1 siempre ha respondido a necesidades económicas y empresariales, no científicas ni propias del conocimiento. Asimismo, es inútil tener un examen gratis del B1 si luego lo suspendes porque no puedes pagar un curso de idioma tras años de estudiar una carrera donde la lengua extranjera no se practica, porque simplemente no es necesaria. La gratuidad del B1 es un acuerdo entre el Centro de Lenguas Modernas y la Universidad. Su problemática siempre fue puesta en escena por las manifestaciones de la enseñanza desde el 2008, y no por la Delegación de Estudiantes, que siempre estuvo atrás en estas cuestiones. L@s estudiantes, ahora, no piden mucho; no piden el fin del requisito del B1 para carreras y títulos que no lo necesitan: piden que si hay un examen gratuito, haya también un curso gratuito, para que este “logro” sea efectivo y real.

El protocolo de la Universidad de Granada contra el acoso y la agresión sexual empezó a redactarse en 2011 y se ha aprobado -y practicado- hace apenas unos meses, en 2017, y más bien por la presión de la Asamblea Feminista Unitaria. El protocolo adolece de carencias, entre ellas y quizás la más importante, que no visibiliza el machismo detrás de la problemática del acoso sexual. Asimismo, existen casos reales y recientes en la UGR que muestran insuficiencia en cuanto a la aplicación del Protocolo. Este grupo de estudiantes plantean una alternativa a dicho documento que seguro se ajusta mejor a las necesidades de las personas acosadas. Esperamos que la Rectora, sensible a estos temas, escuche esta sencilla reivindicación, que no altera el fondo de la intención de evitar el acoso, pero sí en cuanto unos detalles del documento para concienciar y aplicar mejor las soluciones a este problema. Quedar en triunfalismos, porque tenemos unas prevenciones superiores a otras universidades, es mostrar un particular interés en una infantil competencia, frente a una problemática muy seria.

La reivindicación de la ampliación del horario de la sala de estudios es una reivindicación que nadie ha puesto en duda y que responde a una necesidad lógica del estudiantado de hoy. Esperamos que la Universidad acceda y pueda resolver los problemas económicos y de organización que puedan darse para facilitar esta petición, que sin duda la UGR puede resolver con facilidad.

La votación vinculante para decidir la modificación del calendario de exámenes responde a otra necesidad de l@s estudiantes, que no pocas veces se quedan atrás por problemas de fechas y horarios. Los días de los exámenes se plantean sin la participación de sus principales protagonistas, que sufren las consecuencias de una organización y planificación que no es suya, pero no por ello dejan de sufrir sus errores. El éxito académico se verá muy beneficiado con la aceptación de esta simple reivindicación, que aunque no hará desaparecer todos los problemas de fechas, sí contribuirá a su reducción, y sobre todo a una mayor responsabilidad del colectivo estudiantil, aspecto positivo que siempre debe fomentarse.

El acceso del temario gratuito es otra reivindicación que ayudará al éxito académico, cuyo gastos debe asumir la Universidad, y no un@s estudiantes que pagan ya sus matrículas y tienen que asumir numerosos costes, como para que se queden atrás porque no les llegan los recursos en un momento dado. La Universidad debe llegar a acuerdos con las copisterías para que el profesorado lo entregue a l@s alumn@s. Evitar, asimismo, que la Propiedad Intelectual se use para limitar el acceso al estudio y al conocimiento, lo cual no supone, o no debería suponer, ninguna usurpación de autoría, cuyo esfuerzo es lo único realmente propio, intelectualmente hablando.

La instauración de baños multigénero en todas las facultades y edificios de la Universidad es un paso hacia adelante de los nuevos tiempos, que facilita la integración de las personas transgénero, cuyos derechos deben reconocerse. Nuestro Sindicato ha solicitado a la Universidad, por medio de un escrito, y por una campaña informativa iniciada hace unos cuatro meses, el derecho al cambio de nombre de las personas transgénero en los documentos de la Universidad, primero como derecho fundamental a la propia identidad de cada persona, y segundo para evitar situaciones incómodas, tal como puede ser en una lectura de personas presentes en clase, donde pueden darse situaciones incómodas. Estas reivindicaciones también son sencillas, y de hecho ya existe en otras universidades españolas, que muestran que es fácilmente aplicable. En otros países de Europa los baños multigéneros son también una realidad, que ha mostrado que no se han dado incidentes incómodos, como llega a afirmar cierta propaganda reaccionaria.

Denunciamos la actitud de la Universidad de Granada y de la Facultad de Ciencias, que intentan impedir por todos los medios que l@s encerrad@s tengan acceso a la comida, al agua y al cuarto de baño, intentando boicotear su acción. Si no fuera gracias al esfuerzo de personas solidarias de afuera, y de l@s propi@s estudiantes que hacen cambios de turno, no tendrían los recursos más básicos para vivir. Esto resuta chocante porque la Universidad está teniendo una actitud mucho más hostil que la de cualquier país en guerra, que tiene que respetar la Convención de Ginebra de 1949, que obliga a todas las partes del conflicto a asegurar el acceso al agua, a los alimentos y a lo indispensable para sobrevivir, a toda la población. El absurdo cerco de la UGR es comparable a la de cualquier ejército medieval que intenta rendir un castillo por hambre, sed y epidemia.

Queremos informar de un último detalle, respecto a un comunicado de la Coordinadora Sindical Estudiantil, cuyo punto central incide sobre la lucha de siglas, diferencias entre colectivos, y otras causas que supuestamente ha promovido su marginación a esta acción. Tal cosa es falsa. Estas personas encerradas llevan desde Diciembre organizando una asamblea para preparar nuevas acciones de lucha que puedan abrir un proceso viable para estas reivindicaciones. Han contactado con diferentes colectivos, entre ellos con CNT, pero también con otros sindicatos y asambleas existentes en la Universidad (Frente de Estudiantes, Asamblea de Ciencias Políticas, Asamblea de Filosofía y Letras, etc.), solicitando apoyo y participación, pero no como colectivo, sino como personas, vengan de donde vengan, sin perjuicio del apoyo y afinidad que pueda prestar cada entidad, pero respetando la autonomía de tal proyecto. Tal modo de trabajar no era por capricho: se quería un proceso que se proyectase hacia la celebración de una asamblea lo más integradora posible. Y guste o no, la presencia de siglas o colectivos es un elemento disgregador en la Granada de hoy, si no para un@s, sí para otr@s. Todos los colectivos accedimos, con la excepción de la Coordinadora Sindical Estudiantil, que a pesar de ser invitada, no solo despreció la propuesta, sino que hizo la labor de ir a la asamblea con dos integrantes a sacar fotos de las personas presentes. Detalle que no fue valorado muy positivamente, obviamente. Por lo demás no hubo más compromiso del CSE, y sí más hostilidad desde entonces, con todo tipo de tergiversaciones, mentiras y calumnias contra las personas de esta Asamblea, ahora encerradas. No deja de sorprender que el CSE se lamente de “los sectarismos” cuando han sido el único colectivo invitado que no ha querido sumarse a esta iniciativa iniciada por est@s estudiantes, que ahora está poniendo en jaque a la Universidad.

Con este comunicado, queremos mostrar nuestro apoyo a las personas encerradas en la Facultad de Ciencias y a sus justas y razonables reivindicaciones. La lucha es el único camino, es el único modo que hay para que nos tengan en cuenta, y como saben, las reuniones y mesas solo sirven para esperar siete años a un documento donde nadie ha participado. Ni la UGR ni ninguna institución tiene ningún derecho a imponer ni decir a nadie cómo tienen que reivindicar ni protestar; estamos -supuestamente- en el ejercicio de nuestra libertad y empoderamiento, sin tutelaje ni corportativismo fascistoide con aspiraciones de domesticación y control. Si alguien lamenta que la Biblioteca no esté en uso, aún cuando en estos momentos está protagonizando una situación muy importante y valiosa, que apoyen con todas sus fuerzas al colectivo encerrado, para que se resuelva lo antes posible, y finalice el encierro como debe finalizar: con pleno éxito. No piden nada contra nadie, no piden ningún disparate; nadie ha podido negarlo. ¿Cuál es el problema, salvo el ego de instituciones y personas, y haberse puesto entredicho a las autoridades y su capacidad?

Si no luchas, nadie te escucha, compañer@. ¡Apoya al encierro y al éxito de sus reivindicaciones!